De la Q a la Z

En el listado aparecen palabras de tres tipos, perfectamente diferenciadas:

-Las que presentan un asterisco (*) son vulgarismos, términos no admitidos por la Real Academia de la Lengua Española.
-Las subrayadas, sí que están recogidas como vocablos en el diccionario académico, pero no la acepción, no el significado que se le da a nivel local.
-El resto son palabras correctas pero de escaso uso en la actualidad, aunque en tiempos pasados tuvieron una mayor relevancia por unas cosas u otras.
Q
QUEMAZÓN: Irritación desmesurada, sinvivir, por lo general momentáneo, ante el que poco se puede hacer. “Tengo una quemazón de ver lo que veo…”
QUISQUE*: Con esta voz se armaba aquella expresión que decía: “To quisque le casca”.

R
RABOTE*: Se le dice al perro o al gato que no tiene rabo, o lo tiene muy corto.
RAMALEAR: Aplicado a las personas, rehuir el trabajo o los compromisos, mostrarse renuente. Viene de ramal, correaje con que se gobiernan las caballerías.
RANGÜERO*: El que anda libre de obligaciones. “Lleva toda la tarde por ahí, rangüero”.
RAYAJO*: Cualquier raya mal hecha o que no está en el sitio oportuno. El más elemental parece ser “la o con un canuto”, de ahí la famosa expresión.
REBULLE*: Se aplica al que no para de bullir, al no deja de moverse. “¡Eres un rebulle, macho!”.
RECALQUE: Malestar muscular que se origina tras la realización de algún trabajo fatigoso.
“- Estoy recalcao deltó
-¿Pos y’eso?
-Pos ná, que ayer estuvimos subiendo el poco trigo a la cámara”.
RECASQUETUDO*: Adjetivo. Si se dice de un hombre, es que es fuerte, de constitución recia. Si se le dice a una mujer, es un piropo similar a maciza, con buenas curvas, de buen ver.
RECONCOMIA*: Malestar producido por una acción, o palabra equivocada. Reconcomio.
REFREGÓN: Similar a cerilla, mancha, o suciedad que se tiene en sitio bien visible, por ejemplo en la cara si uno no es muy cuidadoso al limpiarse en la comida.
REFRIOR*: Fresco, sensación que se produce por el descenso de la temperatura ambiente. “Me voy adentro que aquí en la puerta hace ya refrior”. Encontramos esta voz en el romance de Gerineldo, y más concretamente en el verso 18 de la versión conocida en este pueblo, donde dice:”Al refrior de la espada, la princesa lo ha sabido”.
REGANCHE*: Acción y efecto de reengancharse, de llevar a cabo de nuevo una acción. Los niños de los sesenta lo usábamos para designar el segundo vaso de leche en polvo que los estadounidenses nos dieron en la campaña “Ayuda para el Progreso”, y que tomábamos en el recreo. El progreso –que inocentes éramos todos- eran camiones, helicópteros y barcos pre-desguazados del ejército yanqui a cambio del control total del espacio aéreo y de todo lo que se moviera más abajo.
REJUNTAR: Reunir lo que estaba disperso. “¡Anda, rejunta las granzas de los garbanzos, zangarrián!”.
REJUNTARSE*: 1. Reunirse. 2. Amancebarse, vivir juntos “sin papeles”.
RELEJE: Mancha que se aprecia en la cara de los niños o en la ropa de cualquier persona, por limpia que sea. “¡Vaya releje que llevas en la pechera, maéstro!”.
REMATAERA* (ser la): 1. Ser el “no va más”, lo último, lo insuperable, pero siempre asociado a defectos, que no a virtudes. “¡Es ya la remataera de gandul, no puedo con él!”.2. Remate, fin de la faena.”A la remataera, empezó a llover”.
REMATAO*: Dicho de una persona: Que se halla tan cansado que “ya no puede ni con su alma”.
REMENTAL*: En el argot del Morete, bolso de calle de las mujeres. Recordamos su expresión más famosa que más o menos decía que “El mundo va así desde que las mujeres se han colgao el remental”.
REMO: Nombre coloquial de cualquier extremidad humana, sea superior o inferior. Muy utilizada cuando se hablaba de dolencias: “Últimamente, me quiere doler este remo”. (La verdad este término resulta más apropiado que brazo o pierna cuando se tiene reúma, por aquello de la similitud fonética).
REMORMOR*: Molesta continua y más liviana que el dolor. “¡Tengo un remormor desde anoche en las jodías muelas, que no me deja asolazarme”.
REMPUJAR: Vulgarismo local de la voz empujar. También se utiliza la expresión más compleja arrempujar.
REMPUJÓN: acción y efecto de empujar, rempujar o arrempujar, sobre todo si es con más que mediana fuerza.
RENDRIJA*: Es la misma rendija, pero dicho de manera más difícil. ¿Quién dijo que el lenguaje popular tendía a emplear un vocabulario más simple?
REPELLARSE*: Acción de apoyar la espalda o el hombro sobre la pared u otra persona o cosa y que traía una de estas dos consecuencias: la primera el “llenarse” de la cal de la pared y la segunda, el ser advertido –con buenas o no tan buenas maneras- por el “repellado”.
REPRETAR: Apretar lo contenido en un envase, repletarlo, para que quepa más cantidad. Se hacía con los sacos en las eras levantando el saco de sus orejas y dejándolo caer sobre su culo dos o tres veces. Era curioso lo que ocurría en las eras cuando se llenaban las medidas de grano. Si el que envasaba el trigo era el comprador repletaba la media fanega dejándola caer sobre su base con algún brío. Si era el vendedor, ese brío desaparecía y con él hasta medio kilo de grano.
REPRETERA: Se aplica a la situación que tiene lugar en cualquier local que se haya abarrotado de gente. Solía haberlas en el salón de Alonso con ocasión de los bailes en las fiestas patronales.
REPUMPUJE*: Calidad máxima en lo que toca a cualquier cosa u acción. “Ha quedao de repumpuje”.
REQUILOREAR*: También requiloriar. Dar coba, adular, dorar la píldora, en fin trajinarse las simpatías de alguien por un fin interesado.
REQUILOREO*: También requilorio. 1. Acción y efecto de requiloriar “Tanto requilorio me huele mal. ¡Tunanta, algo quieres!”.2. Mimos, atención excesiva, milindres continuos dedicados a los niños; en fin, una cosa muy rara en los tiempos antiguos.
RESMA: Minusvalía, defecto físico de una persona.
RESMAO*: Persona que tiene un defecto físico, casi siempre cojera.
RESOBINARSE*: Repellarse sobre alguien para fastidiarlo o quizá mejor, para sobarlo.
RESTREGUINA*: Lo hace el que se restriega: el borrico en el suelo, la persona que limpia con ahínco, los enamorados…
RETEJE*: Acción y efecto de reparar los desperfectos del tejado. No se hacía muy bien puesto que casi todos los años era preciso repetirlo. La gente, ya que no podía ahorrar en gastos, ahorraba en letras, lo suyo era decir retejado.
RETESTIN*: Olor desagradable y permanente que hay en ciertos lugares o prendas.
RETESTINAO*: 1. Persona tozuda, que persiste como el mal olor 2. Lo que tiene retestín.
REVESINO: 1. Animal o personal endeble, de poca presencia. 2. Manera de ser del tozudo que llega incluso a la rebeldía. Suele acompañar en las descripciones de personas a borde. “Mengano es borde y revesino como él sólo”.
REZAERO*: Acción y efecto de refunfuñar, hablar por “lo bajini”, hablar para su coleto. Los niños rezábamos mucho antes en la escuela.; en voz alta cuando llegaba el momento de las oraciones y por lo bajo cuando volvíamos a nuestro pupitre después de que el maestro nos pegara con la vara o la correa. “Deja el rezaero y si tienes algo que decir, me lo dices en los morros”.
RIBÚS*: Así se denomina a los restos, escasos y de mala calidad, de lo que se ha recogido. “Recoge el ribús del esmotao y se lo echas a las gallinas”.
ROMPISACO*: Hierba baja muy abundante, que se clava en calcetines y fastidia tanto o más que los cadillos.
ROÑA: Fina capa de suciedad que se acumulaba en algunas partes del cuerpo por la carencias de aseo y cuarto de baño.
ROSAS: Siempre en plural, palomitas de maíz. Se hacían en la sartén, con sal y piñas roseras, unas mazorcas de un tipo especial de maíz. Esta variedad solían criarla todos los hortelanos para darle gusto a sus pequeños.
ROSCARSE*: 1. Dormirse, quedarse frito. 2. Emborracharse, pasarse de rosca en el consumo de alcohol. “Después de la jumera, se quedó roscao en la tarima”.
RUAL*: Rodal, espacio de reducidas dimensiones. “Toas estas setas me las he encontrao en un rual muy pequeño”.
RUMIENTO*: 1. Oxidado, que ha criado robín. 2. Persona enflaquecida en extremo.
RUMBO: Sabor u olor especial –casi nunca agradable- que despiden algunos alimentos. “A mí no me gusta la leche de cabra, tiene mucho rumbo”.
RUMÍN*: Óxido que origina lo que está rumiento o enruminao.

S
SABANEO: Paliza en el juego o la competición, que sirve de motivo de escarnio para el derrotado y de cachondeo para el vencedor.
SACAERO*: Lugar del río del que parten las derivaciones de agua para los ramales o acequias secundarias.
SAGATO*: Lumbre grande, propia de matanzas y de posadas, unos lugares donde solían calentarse muchas personas a la vez. En la posada del Arco había una gran chimenea redonda en el centro de la estancia principal. Un arriero le mandó al posadero que le echara de vez en cuando “alegrías”, más leña a la lumbre.
¡Cuando luego el posadero se las puso en su cuenta, ya no le alegró tanto!
SAGUDIR*: 1. Sacudir. Quitar el polvo o las impurezas de las prendas. 2. Por el contrario, dar, arrear, propinar: “Le sagudió un par de tortas muy bien dás”.
SAMUGO: Hombre que adolece de viveza y don de gentes. ¡Y que, a su chano, chano, suele salirse con la suya!
SANDUNGUERO: Parece mentira que el azar reúna en nuestra lista dos voces tan contrarias como esta y la anterior. El sandunguero es la alegría de la huerta; el samugo más bien el cenizo.
SANSAREJA*: 1. Tipo de pájaro de fina figura y de gran diferencia entre el macho y la hembra. 2. Mujer pizpireta, astuta. Suele emplearse también en tono despectivo o desconfiado. “Esa… ¡menuda sansareja!”.
SANSEACABÓ: Manera abrupta de dar fin a conversaciones molestas o a peticiones denegadas. “¡He dicho que no y sanseacabó!”.
¡SAPE!*: Voz para ahuyentar a los gatos. La forma correcta es zape.
SARRIETA: Bolso de las mujeres, remental, donde llevan sus apechusques. Tradicionalmente era un cesto alargado donde se echaba de comer a los animales en la labranza sin necesidad de desuncirlos.
SARTENÁ*: Comida que se ha preparado en una sartén de buen tamaño, sartenón. Sartená de migas, sartená de gachas….
SEÑORUTO*: Término despectivo que se aplica al que pretende ser fino o vividor sin tener condición o medios.
SETAZO*: Es un golpe propinado, no con una seta, sino en la seta, en la cabeza. Por extensión, se llama así a cualquier golpe dado de manera contundente, bien directamente con la mano –abierta, cerrada, capón, capirotazo…-, o con algún objeto de juego: balón, zompo, bola de guá….
SIAMESTER*: Locución muy usada otrora por “si es menester” o “si se ha menester”. Hoy diríamos “si es preciso”, por ejemplo.
SILRE*: Estiércol de cabras y ovejas.
SIMPLE: Tonto, bobo, alelao.
SINSOLAZ*: Nerviosismo, intranquilidad. Unas veces de origen conocido, otras no tanto. “¡No sé porqué, tengo toa la tarde un sinsolaz…!”
SINSOLETAS*: Sinsolazao, persona que padece sinsolaz.
SIÓOOO*: Interjección imperativa que se emplea para detener las caballerías, para hacerles parar. Por analogía también para lo mismo en humanos
SOLBER*: Sorber, sopas más que otra cosa.
SOLLAPA*: 1. Pieza de pan que se elabora con una presentación más aplanada y ancha que las barras corrientes.
2. Por parecerse –con bastante imaginación- a la palma de la mano se le denomina así también a cualquier tortazo o bofetada.
SOLLEJO*: Mujer de escaso atractivo por sus pocas carnes.
SOLOCUADRO*: Techo y forjado que lo conforma.
SOMANTA: Paliza, palizón, “ensalá tortas”.
SOPLAMOCOS: Manotazo, bofetá, dirigida a los morros, a las narices…”Tu tontea, que como te dé un soplamocos….”
SOPLAR: Beber con fruición, empinar el codo, “darle al sople”.
SOPLE*: Bebida, excluidos refrescos y agua. ¡El agua pa las ranas!, que decía Vicente.
SOPÓN: Sopa de comida de mayor volumen o peso de lo usual. Eran muy convenientes cuando todo el mundo comía en la misma sartén.
SUERTE: Bancal de tierra, piazo, por lo común de reducido tamaño.

T
TABANAZO: Golpe, bofetada, sopapo…Viene de tábano, insecto del campo muy molesto por sus picaduras.
TABLAR: Tabla. Trozo pequeño, de forma rectangular en que se subdividen los huertos. “Vengo de regar el tablar de pepinos y de realzar las patatas”.
TAIRE: Lo mismo que tabanazo, que está cuatro líneas más arriba. Como se puede observar la violencia ha dado mucho que hablar, al menos, en lo que a vocablos se refiere.
TANGAYO*: Se aplica a los sujetos de estatura considerable. “Menudo tangayo se ha hecho mi nieto”.
TAPABOCAS: Nombre muy atinado que designa perfectamente la función de la bufanda.
TARAMBANAS: Persona de poco juicio, alocada.
TARAZAR: Llevar a cabo, confeccionar, trazar. Es usado por las mujeres sobre todo en el mundo de la confección. “Voy a ver si tarazo una falda pa la chiquilla”.
TARRAQUE: Chozo, cobertizo, porche de pobre factura y mal aspecto.
TARUGO: 1. Hombre o joven regordete.2. Hombre o joven, regordete o no, pero que es bastante lelo, poco espabilao. ”Míralo ahora, pero en la escuela era un tarugo”.
TASAJO: Calificativo que se da a las personas que tienen poca y mala presencia física, consistente en un puñado de huesos mal trazaos y ropajes en consonancia.
TASAMENTE*: Con escasez, escasamente, como dado “con tasa”. “Tasamente me dio las gracias, y… ¡adiós muy buenas!”.
TASÓN*: Tejón, animal nocturno de casi un metro de largo, que salvando, las distancias era como nuestro monstruo del lago Ness: todo el mundo hablaba de él –y de sus incursiones en los maizales-, pero nadie lo había visto.
TECLOSO*: Recibe este apelativo el delicado de salud, el milindres, el que siempre está resfriado o dolorido, el que tiene muchas “teclas”.
TELELE: Azaraque, perrequeque, quiebra repentina de la salud.
TENACEAR: Practicar la tenacidad. Insistir en algo de manera machacona.”Me estuvo tenaceando un rato que se lo diera”.
TENGUERENGUE (en): En equilibrio inestable: que se cae, que no se cae.
TERRAGUERO: Lugar donde se acumula más tierra de la conveniente. “Dejaron la puerta abierta y aquello se convirtió en un terraguero”.
TEXTO: Comentario, dicho, expresión, ocurrencia graciosa, si lo dice el nieto o alguien querido “El chiquillo tiene unos textos que te meas”; disparate, barbaridad, extravagancia si la dice otro cualquiera. “¡Me vino con unos textos más raros…!”
TICAS: Voz repetida para llamara a las gallinas cuando se les echa de comer.
TÍNGANA*: Juego antiguo de destreza y puntería que consiste en derribar las monedas colocadas en un soporte algo elevado del suelo.
TISNAJO*: Tiznajo, mancha. “Anda lávate, que tienes la cara llena tisnajos”.
TITOS: Yeros, legumbre para el alimento de los animales.
TOLLÓN: Mujer de muchos kilos y de ánimo tranquilo. ¡De más!
TORCÍA*: Trozos pequeños de paño o de algodón que una vez enrollados y empapados en aceite eran la mecha que alumbraba en el candil.
TORNAJO*: Tosco recipiente, por lo común de madera, donde se echaba el amasao a los gorrinos.
TORNISCÓN: Golpe pequeño, capón que se daba a los chiquillos para que espabilaran.
TOROZAR*: Tronchar, romper lo que estaba recto. “El ganao me torozó unos plantones que tenía recién puestos”.
TOSIQUERA*: Tosiguera. Tos continua y molesta como la de los perros. “Macho, vaya tosiquera tienes. Tienes tos perruna”, se puede oír en esas ocasiones.
TRAPAJÁ*: Un nombre más para designar a una caída, mejor ajena que propia.
TRAPISONDA: Tumulto grande, jaleo inmenso, desbarajuste general. Curiosamente esta palabra ni tiene que ver con trapos ni con sondas. Es la denominación popular de una ciudad y de los hechos nada pacíficos que ocurrieron en ella. Concretamente la victoria de los turcos sobre el último rincón cristiano del Mediterráneo Oriental, la región de Trebisonda, en la actual Turquía.
TRASCAMUNDEAR*: 1. Buscar alguna cosa en un cajón u otro lugar revolviéndolo al paso. 2. Andar de acá para allá molestando.
TRASCAMUNDEO*: Lo que resulta de trascamundear.
TRASPELLAO*: Estado pasajero pero bastante desesperado del que tiene mucha hambre. “¡Muchacho, vengo traspellao! ¡Me comería una vaca!”.
TRESNAL*: Conjunto de haces de mies, unas veces puestos en línea y otras en redondo.
TROMPIQUILLA*: 1. Voltereta 2. Caída hacia delante.
TROTERO*: Se usa para designar a la persona más amiga de la calle –en el buen sentido de la palabra-, que de su casa. En aumentativo, sin embargo no se hace distinción de género. “Su hija es un troterón».
¡TUBA!*: Expresión típica que se emplea para llamar a los perros, bien para echarles algo de comer o bien para arrearles mejor al acercarse.

U
UÑAENGATO*: Planta rastrera que se cría en los secanos temida por sus dolorosos pinchazos por los segadores. Algunas la llamaban gatuna. “Mucho ojo con ese rual, que hay uñaengato”.
USAR: “Como te acerques te uso el perro”, o lo que es lo mismo te azuzo el perro, lo mando contra ti.

V
VAINA: Persona de poca decisión o empuje, cobardica.
VAORES*: Se usa siempre en plural. 1. Vapores, remedio casero contra algunas molestias. 2. Aire libre, espacio. “Me voy un rato a la calle a tomar vaores”.
VARRACO: Verraco se dice también ahora. Macho del ganado de cerda que se deja para ejercer de semental. La envidia de muchos.
VELA: Moco de los chiquillos que descendía hasta el labio superior. Se limpiaba con las mangas de los abrigos, los actuales jerséis.
VENDO: Orilla de las piezas del tejido de pana, que, dada su mayor resistencia se utilizaba entre otras cosas para sujetar abarcas, piales e incluso como correa para los pantalones.
VENTANILLO: Pequeña ventana que había en la mayoría de las puertas. En las casas que había mocicos, cuando salían de fiesta, -como no había llaves para llevar-, se dejaba el ventanillo abierto para que, a la vuelta, metieran el brazo por el ventanillo y descorrieran el cerrojo o la aldabilla.
VITANGO*(ir de): Ir de fiesta, de juerga o cachondeo. Se aplica sobre todo a las mujeres. Pura discriminación.
VITANGUERO*: Troterón, amigo del vitango. Se usa también más en femenino.
VIUDO/A: Se aplica a cualquier comida que no tiene el ingrediente más importante, que casi siempre es la carne. Así se habla de “guisao viudo” o “gazpachos viudos”.
VOLERO*: Pájaro, gorrión por lo común, que da sus primeros vuelos. Si tiene la desgracia de caer en manos de chiquillos no hay Dios que lo libre de una muerte segura.

Z
ZACAPELLA: 1. Riña, jaleo, tropel, escándalo.2. Apresuramiento, prisas excesivas. “Como todo lo hace a la zacapella… ¡Así le queda!”.

Dibujo de Valeriano Belmonte, el Bueno
Dibujo de Valeriano Belmonte, el Bueno

ZAFA: Jofaina, hermana pequeña y pobre del aguamanil, el lavabo de las casas, el más humilde de los enseres, siempre a la intemperie en corrales y patios.
ZAÍNO: Mohíno, apagado, triste.
ZALANDRO*: Trozo de cualquier cosa de comer, que por ser de mayor tamaño de lo corriente, llama la atención. Otros lo denominan zarabil.
ZANCALEAR*: Poner en acción las zancas. Llevar a cabo un trabajo denodado y trabajoso y a menudo, con poco fruto. “Venga zancalear y zancalear y nada…. ¡no pudo ser!”.
ZÁNGANO: Muchacho, jovenzuelo, proyecto de hombre, de vida relativamente acomodada y algo licenciosa.
ZANGUANGO: Muchacho indolente y mal trazado. Unas características que por lo visto le impiden moverse con alguna gracia o habilidad.
ZAPATIESTA: 1.Bulla, alboroto, follón producido por gente joven.
2. Riña, pendencia.
ZAPAZO*: Es lo que mismo que zarpazo, manotazo airoso dado para ofender, que se decía antes.
ZAPE: El último. Se usaba generalmente en los juegos. Ser zape, o ser el zape, tenía sus ventajas y sus inconvenientes. No era muy recomendable cuando eran juegos colectivos y los equipos se formaban por elección: el último era el considerado como el peor jugador. En cambio, era una situación apetecible en los individuales, como el juego del guá o el de los santos.
ZAQUE: del árabe zac, odre pequeño para contener líquidos. Por semejanza se le llama así a otro recipiente que llevamos incorporado: el estómago, la barriga, y que a algunos cuesta llenar. “Menudo zaque tiene, no paró de tragar”.
ZAQUIL*: Bolsa de lienzo de pequeño tamaño, y últimamente “de cuadros”, en donde se llevaba la merienda para las faenas del campo.
ZARABIL*: Zalandro, como hemos dicho.
ZARAMANGO*: Joven, muchacho, del que se dicen cosas que no le adornan precisamente. Zaramingo.
ZARAMINGA*: Femenino de zaramingo, y también de zaramango. Zaramanga.
ZARZANEAR*: Husmear, buscar algo. También se dice zarcenar y zarcenear.“Quién está zarzaneando ahí dentro”.
ZIRIGONZA*: Sinuosidad, curva, retorcimiento. ”Yo, cuando vengo de Albacete, con tanta zirigonza me mareo”.
ZOCATO: Zurdo.
ZOMPO: Trompo, peonza. Era uno de los juegos preferidos de los niños de antes. Aunque era muy fácil tener un zompo –apenas valía dinero-, quedarte sin él porque otro lo había partido de un “setazo”, fastidiaba mucho.
ZORROMOSTRO*: Bulto, abultamiento. “Le ha salío un zorromostro detrás de la oreja, que no me gusta nada”.
ZURCACHAR*: Tenacear, buscar algo con denuedo en sitio angosto. “No te zurcaches tanto en la nariz, que eso está feo”.
ZURRIR: Hacer ruido, sonar algo. ¿Sentistes anoche como zurría el aire?
ZURRIERO*: Acción y efecto de zurrir, por ejemplo las tripas. ¡Llevo toda la mañana con un zurriero de tripas!
ZURULLO: Fragmento, de forma cilíndrica y de consistencia dura, de excrementos humanos.