De la A a la D

PALABRAS Y PALABRUSCOS

En el listado aparecen palabras de tres tipos, perfectamente diferenciadas:

-Las que presentan un asterisco (*) son vulgarismos, términos no admitidos por la Real Academia de la Lengua Española.
-Las subrayadas, sí que están recogidas como vocablos en el diccionario académico, pero no la acepción, no el significado que se le da a nivel local.
-El resto son palabras correctas pero de escaso uso en la actualidad, aunque en tiempos pasados tuvieron una mayor relevancia por unas cosas u otras.

A

ABARCAS: Calzado rústico de uso generalizado por parte de nuestros antepasados. Las había cerradas, más apropiadas para el invierno y descubiertas, que eran mejores para el verano. Las últimas que se confeccionaron eran de goma de neumático en la suela y la parte delantera. Completaba la hechura unas tiras de material y las hebillas.
ABARRUNTAR*: Tener un presentimiento, hacer una predicción, barruntarse algo.
ABEJARUGO*: 1. Término despectivo que se utiliza para definir al hombre mohíno o poco comunicativo. 2. Abejarucos, aves de la vega.
ABERRUNTO*: Acción y efecto (expresión típica del diccionario que sabe) de abarruntar. Barrunto. Berrunto. “Le dio aquel aberrunto y vendió la mula”.
ABOCINARSE: Apretujar, formar un corro opresivo alrededor de alguien o algo. “Aver, echaros pa´tras, no os abocinís”.
ABRIEROS*: (de boca) Acción repetitiva de abrir la boca, provocada por tener una de tres: hambre, sueño o aburrimiento.
ACABÁRAMOS*: Expresión coloquial que profiere quién cae en la cuenta de algo después de mucho pensar. Equivale a “haberlo dicho antes”
ACACHETAO: Estado físico del que se encuentra abatido y sin fuerzas, las más de las veces víctima de la fiebre o la melancolía.
ACEITERA: 1. Pringuera, sensación desagradable en el aliento y la boca producida por el reflujo de determinados gases de la digestión.
ACENACHARSE*: Término despectivo sinónimo de engordar, asemejarse más de lo normal a los cenachos, a los gorrinos, en lo que al peso se refiere.
ACHANTAO (estar): Estado yaciente y somnoliento del que se encuentra acostado. “Juan está achantao” es lo mismo que decir “Juan está donde se fue anoche.”
ACHANTAR/SE: Voz muy usada en sus distintos significados. 1. Acostar/se.
2. Acobardar/se.3. Callar/se.
ACIPÁMPANO*: Apampanao. Persona que gozando de buena salud, vive en estado casi vegetativo. Se nutre, –muy bien a juzgar por sus abundantes carnes-, respira, pero no parece enterarse de nada más.
ACOBARDE*: Cobardica, cobarde. Siempre se usa con el mismo comienzo: “Acobarde que no…..”
ADANACO*: Desastrado. Insulto curioso. Se echa mano de Adán, personaje bíblico que andaba desnudo, para poner verde a la persona que viste mal.
AGUAERAS*: Recipientes para transportar el agua en las caballerías. Era un conjunto de cuatro o seis alforjas de esparto, unidas, cada una de las cuales solía albergar un cántaro.
AGUANTÁ*: Tortazo, sopapo,….. de los que se dan con toda la mano abierta.
AINAS*: Forma local átona que suple a la académica aínas. Se dice siempre en plural y con ironía, para expresar una demora excesiva. “Se fue para un rato …..y ainas si viene”.
AJOPRINGUE*: Comida tradicional cuyos principales ingredientes era el hígado de cerdo y el pan raydo, además del ajo y el aceite que le dan nombre.
ALBANZAR*: Alcanzar, llegar a un determinado punto o cosa aunque sea poniéndose de puntillas o subiéndose en alguna silla o escalera.
ALBOROQUE: Invitación, generalmente comida, que se hacen los que intervienen en un trato junto a los que miran o curiosean, simplemente por el hecho de haber llegado al trato. El plato más típico es el conejo al chilindrón.
ALCAHUETE: Metijaco. Amigo de poner la oreja y darle a la lengua donde no debe.
ALDABILLA: Hierro que colgaba en las puertas y que al girarlo se encajaba en un hierro del marco, atrancando la puerta.
ÁLGARA* (estar en): fárfara, algara (voz llana). Dícese de lo que todavía no está completo o en sazón. Se le dice a los huevos hueros en las nidadas de pollos, también se le aplica a las personas que no están atentas, sino distraídas de lo que se está diciendo o haciendo.
ALMAINA*: 1. Maza grande de hierro que sirve para partir grandes piedras. 2. Cabeza, inteligencia. “El barbero tenía que cobrarle el doble. ¡Menuda almaina tiene!”
ALMORZAR: Es comer a media mañana. Comer a mediodía es eso, comer a mediodía, o simplemente, comer.
ALPEDUQUE*: Sonoro vocablo, que ni tiene que ver con Los Alpes, ni con la nobleza. Por el contrario estaba asociado a las penosas actividades del campo. Era una especie de calcetín corto y de lona, pareja inseparable de las abarcas. Idóneos como ninguna otra cosa para faenas como el arranque porque no se les pegaban los molestos cadillos.
ALICÁNCANO*: Salvaje, fiera. “Se puso hecho un animal, un alicáncano”.
ALUJERO*: Se le aplica al que es más amigo de la fantasía y la exageración que de la objetividad. “No le hagas caso, que es un alujero”
AMAGAPANES*: No hace falta ninguna explicación para este término.
AMAGAR/SE*: 1. Comer, generalmente en grandes cantidades. “Se amagaron la sartená de migas en un pispás.” 2. Acostarse. Achantarse. “El zanguango está todavía amagao”. 3. Agacharse, inclinarse en el trabajo, doblar la “riñonera”. “Con la barriga le cuesta mucho amagarse”.
AMAGUCES*: Manera propia de referirse a los amagos, a las aproximaciones a escondidillas y a las acciones no del todo definidas. Se emplea siempre en plural.”Entra de una vez y deja de hacer amaguces”.
AMASAO*: Alimento de los cerdos, de los gorrinos. Se ponían a cocer patatas chicas, algún trozo de remolacha, gamones, “mondauras” y otras cosas por el estilo junto a la pulpa –que no se sabe bien de qué era-. Después se machacaba todo con una maza de madera, y se mezclaban bien los ingredientes, amasándolos con la mano, de ahí su nombre.
AMBROLLERO: Sujeto amante del lío, la improvisación y el embrollo. También se usa la voz embrolláor.
AMOQUINAR: Aflojar la pasta, pagar lo debido.
AMOQUINE: Acción y efecto de amoquinar. ¡Algunos darían antes el alma que los cuartos!
AMUGUES*: Se dice de esta forma, en plural. Especie de palos para cargar haces de mies en las caballerías. Amugas es la forma castellana correcta.
ANCA*¡Quién diría que es una señora locución adverbial! Es lo mismo que “en casa de”. También se dice, pero menos, “enca”. “La madre está anca la tía Juana”
ANDE*: Donde. Se oye incluso en l versión local de la Verbena de la Paloma: “Ande vas con mantón de Manila….”
ANIAGUERO*: Mayoral de un cortijo que además tenía asignada la aniaga, una cantidad de alimentos que el amo le daba para poder mantener a todo el personal que trabajaba en el cortijo.
AINIEGO*: Aniaguero.
ANTAÑÁCALA: Nombre de una mujer que vivió antaño, por tanto hace muchísimo tiempo, más todavía – y ya es decir-, que Maricastaña, porque aunque esta tiene cuatro aes en el nombre, la otra presenta una más, cinco.
ANTOJERA: Pieza de las cabezadas de las caballerías que les impide ver por los lados, solo pueden ver lo que tienen delante. “En la vida es mejor ir con antojeras, para no ver muchas cosas”.
APANARRARSE*: Adoptar una postura corporal que coincide plenamente con la del derrengado, del hombre sin fuerzas, sobre todo para emplearlas en el trabajo.
APANFILAO*: Estado de vigilancia y de atención que de manera constante presenta el pánfilo, que, como es sabido, no es nombre de persona, sino sujeto poco espabilado.
APECHUSQUES: Herramientas, conjunto de útiles de un oficio. Es una palabra en desuso, a pesar de que tiene menos de un siglo de existencia reconocida.
APERRADO: Apanarrao. También aplanao.
APEÑACEAR*: Tirar peñazos, arrojar piedras, unas veces por pendencia y otras por disfrute.
APIOLAR: Matar. Se usa exclusivamente –menos mal- para referirse al sacrificio de animales de caza o cerdos.
APORRACEAR: Darse un porrazo o dar golpes a una persona o cosa. “Ten cuidao con los tomates y no los aporracées, que se ponen blandos”.
APOYANCAR/SE*: 1. Dejarse caer con total impunidad en un asiento.
2. permanecer mucho rato de esta guisa, apalancarse.
APURACIONES*: Se usa siempre en plural. Apreturas, momentos y gestos de gran nerviosismo o indecisión.
ARDILES*: Se usa siempre en plural y en tono irónico para definir las buenas trazas, los ardides, las maneras y condiciones que se atribuyen a la persona de quién se habla. “¡Vaya ardiles que tiene, como pa liarse con la faena!”.
ARMATOSTE: Máquina, mueble, artefacto de bastante tamaño, que estorba más que ayuda, de ahí el matiz despectivo que esta palabra tiene.
ARRANARSE*: Caerse lo que debería estar erguido, como ocurría en el juego del churro cuando al último que amagaba se le montaban varios chiquillos encima.
ARRANCÁOR*: Aparece en el listado no tanto por el ahorro que presenta de la letra “d”, sino por la singularidad de la acentuación, distinta a la que presentan los nombres de los oficios –cantaor, aperador, segador, etc- que aunque son todas ellas palabras agudas, aquí se pronuncian como llanas, esto es cantáor, aperáor, segáor, peléaor y esquiláor por citar unas cuantas.
ARRANDRAJO*: Se dice también arrendrajo* en lugar de arrendajo, pájaro vistoso que se ve por la ribera del rio y que no goza precisamente de la simpatía de los hortelanos.
ARRECHÚS*: También arrechuz. Empeoramiento momentáneo de la salud. Con mucha frecuencia suele contarlo el mismo que lo sufre. No se puede decir lo mismo de todos los teleles y perrequeques.
ARRECIRSE: Quedarse arrecío, helarse de frío, congelarse.
ARREDRAR: Desorganizar, revolver, descolocar. “Lo tenía to arredrao, tirao por los suelos”.
ARREGATE*: 1. Regate, finta, movimiento escapatorio. 2. Vicisitud, altibajo. ¡Hay que ver los arregates que da la vida!
ARREJUNTARSE: Rejuntarse, juntarse, vivir en amancebamiento. Algo bastante raro aquí hasta mediados del siglo XIX.
ARREMPUJAR: Es lo mismo que rempujar o empujar pero con más letras.
ARRENDAR: Imitar haciendo burla. Viene de arremedar y remedar. Eran continuas las quejas a los maestros, hermanicos, parientes…. del tono: “Fulano m´está arrendando”.
ARREÑAL*: Así se denomina a buena parte de los terrenos que rodean al pueblo y que, desde que el pueblo es pueblo, servía como zona de pasto a las caballerías y en las últimas décadas –y aún hoy- para tirar las basuras los vecinos. En el castellano correcto se dice herreñal o herrenal, es decir terreno provisto de herrén, forraje para los animales.
ARRODEARSE*: 1. Girarse, darse la vuelta. 2. En las faenas agrícolas antiguas –arranque, siega, recogidas de la rosa….- coger un nuevo surco, hilo o caña en sentido contrario, una vez que se ha llegado al final del que se “traía”.
ARROMPÍO*: Terreno antes inculto que se rompe, esto es, se desbroza, se le quitan las piedras y se labra para ponerlo en cultivo.
ARROZDUZ*: Es algo parecido al arroz con leche, pero sin leche y con azúcar tostada.
ASOBINARSE: 1. Sobar, resobinarse como un burro en una esquina. 2. Rematarse de cansancio por afanarse demasiado en el trabajo.
ASORRATAR*: 1.Acción de calentar en exceso alguna cosa.2. Realizar una faena de manera precitada. “¡Claro que está quemaol! ¡Cómo que lo has hecho asorratao!”
ASTELAJE*: Forma local de la palabra castellana atelaje o atelaje, que se empleaba para denominar al conjunto de guarniciones que llevaban los animales de tiro. En El Robledo se usa generalmente para designar el poco orden en las cosas. ¡Vaya astelaje de casa tienes, Joaquina!
ATARRE*: ¿Quién iba a decir que esta pieza de las albardas de las caballerías que tiene como función la de impedir que se vaya hacia delante se escribía ataharre?
ATERMINARSE*: Determinarse, atreverse, “echarse p’alante”, tener la osadía de hacer o encararse con algo.
ATEZAO. Parecido, semejanza, fidelidad en las facciones o en los hechos a las propias de su familia o pueblo. “En lo vicioso ha salío atezao a su padre”
ATROJE*: Compartimentos pequeños situados en el piso alto de las casas destinados a guardar y preservar el cereal panificable o de siembra u otros productos (patatas. panizo, etc.). Los agricultores grandes no gastaban atrojes sino cámaras. ¿Alguien conocía que su forma correcta es troj?
AULLARIZA*: Acción propia de una persona cuando grita desesperadamente o con voz muy alta.
AVERARSE*: Encolerizarse, irritarse en gran manera.
AVERÍO: Según el diccionario conjunto de aves domésticas. En el habla del lugar equivale a ganado. “Me dejé el averío en el corral del Carabuco”.
AZAMARRAR/SE*: Volverse zamarro, gandul. Algunos gozan de ese estado un rato, otros toda la vida.
AZARAQUE*: Visita inoportuna de algún mal, borde y repentino. ”Le dio un azaraque y las palmó en un momento”

B

BABÁOL: Flor silvestre y abundante que unos llaman amapola, y los más entendido ababol. Se utiliza en expresiones del tipo: “Se puso colorao como un babáol”.

Dibujo de Valeriano Belmonte, el Bueno
Dibujo de Valeriano Belmonte, el Bueno

BACÍN: Persona indiscreta que se mete en asuntos ajenos, alcahuete. Derivados suyos son bacinaco y bacinarra.
BADILÁ*: Carga que se puede llevar en un badil. Estando, como solía estar, al lado de la lumbre, las badilás solían ser de ascuas para el brasero.
BANDÁ: Bandada: de pájaros, de chiquillos,….
BARRENO: Colmena silvestre de abejas.
BARRESANTO*: Planta de pequeño porte, – de 20 a 30 cm- que suele crecer en terrenos de secano pero de mucha humedad.
BATAQUEAR*: 1.Menear con brío, mover con energía. “Para hacer bien una cama hay que bataquearla un rato”. 2. Trabajar afanosamente. “La abuela, ahí está bataqueándo el cobre con los chiquillos”.
BIERCO*: Rodeo, lo contrario de atajo. Camino o recorrido no recto, sino con revuelta.
BLANCOESPAÑA*: Polvos blancos que mezclados con agua servían para pintar las paredes. Era un sucedáneo de la cal.
BLINCACEQUIAS*: Pierdeobrás, persona de poca utilidad o provecho.
BLINCO: Salto, brinco. “El cinco, pego un blinco” se decía en una expresión popular.
BOCANÁ: Bocanada, generalmente de aire. También vómito.
BOCARÁN*: Se denomina así al que habla por su boca más de lo que tiene permitido o aconseja la prudencia. Lenguaraz.
BOLEA*: 1.Juego muy popular y antiguo que se practica lanzando bolas de hierro por los caminos.2. Lugar donde se practica, es decir, camino.
BOLEAOR*: Cada uno de los participantes en el juego de la bolea.
BOQUIÁS*: Boqueadas. Angustiosa búsqueda de aire por parte de los gorrinos en la mesa de la matanza, cuando se encuentra cercana su muerte.
BORDERÍA*: Cualidad de borde. Estado normal de la persona borde, sobre todo de aquellos que si se muerden son capaces de envenenarse.
BORRUCHO*: Cría de la burra. Se le aplica también a las personas tercas, cabezonas o un poco salvajes, pero con cariño. “Fue decirle aquello y saltó hecho un borrucho”.
BORUJÓN: Burujón, chichón de mayor tamaño. Cualquier bulto que sale en el cuerpo de personas o animales tras algún accidente fortuito, caída, golpe o enfermedad. “A mi perro le ha salío un borujón debajo la oreja”.
BORRICÁNCANO*: Se aplica a los burros, también a algunos hombres, que además de burrería tienen mucho cuerpo.
BRAZÁ*: Cantidad de cosas que cabían entre los brazos: una brazá de leña o de mies, pueden servir de ejemplos. La forma correcta no es brazada, como se podía suponer sino brazado.
BUFÁ*: 1. Acción repentina que suele pillar desprevenido. “De que menos me caté, dio una bufá la leche que tenía puesta a hervir”.
2. Respuesta destemplada y desagradable. “Soltó una bufá y salió por la puerta”
BUFARSE: Hincharse, ahuecarse lo que no debería hacerlo, engordar.
BULLERENGUE*: Nalga de la mujer. “Tócate el bullerengue, a ver si te pica”. Viene de la voz bullarengue que antiguamente era una prenda que se colocaba en la parte posterior de la falda para darle volumen, es decir una prótesis del trasero, un wonderbra del culo.
BURRACA*: Ave blanca y negra que es exactamente igual que la urraca.
BURRAPATO*: Rayajo, escritura ilegible o mal compuesta.”Aunque es muy chica, le das un lápiz y ya te hace cuatro burrapatos”.
BURRUELATO*: Vocablo local simplificador de la expresión “burro del hato”. Como no podía ser de otra manera se aplica en las mismas ocasiones que asno, burro y jumento pero adjudicado a las personas.
BUZAS*(lavarse a): Colocar la palangana delante de las piernas abiertas y con las dos manos unidas cargar agua y llevarla con rapidez a la cara, cuellos, orejas… procurando frotar con gana los morros a la vez que se emite un característico sonido de chapoteo. Eso era. Adquiría mayor mérito en las mañanas de invierno y en medio del corral.
C

CABUYERA: Madriguera, lugar de cobijo y guarida de algunos animales y por analogía, la casa o casuto de cada uno.
CACHAZUDO: El que acumula cachaza, poca sangre en los movimientos.
CAMPUSINO*: Se le dice a la persona que le gusta mucho el campo.
CALESA: Término despectivo, -por fortuna casi desaparecido-, para referirse a los habitantes de El Ballestero. También se usaba Cucachero.
CALDODUZ*: Postre casero, de color y de presentación no muy atractivos –“panecillos” y caldo de color tostao- pero de excelente sabor si se toman mezclados los dos componentes.
CALORIZAS*: Grado extremo de calor personal o comunitario. “De pronto, me entraron una calorizas cuando lo vi”.
CALZAERAS: Calzaderas, cuerda delgada de “material” para atar las abarcas y sobre todo los piales. Era un “complemento” imprescindible para la gente del campo.
CALZONACOS*: Calzonazos, por supuesto.
CALZOYAS*: 1.Prenda de vestir masculina, especie de pantalón por encima de la rodilla muy holgado. 2. Voz despectiva que se aplica al que es más cobarde que decidido. Cobardica, vaina.
CAMAL: Palo que se introduce entre los tendones de las patas de los gorrinos y que además de mantenerlo espatarrao sirve para suspenderlo “del palo de colgar”.
CAMBRÓN: Nombre equivocado que se le da al Árbol del Paraíso.
CAMOCHA*. Cabeza humana. A veces también camocho. ”Esta mañana me quiere doler la camocha”.
CAMOCHÁ* 1. Efecto producido por el sueño en quién no está acostao, consistente en dar asentimientos con la cabeza sin haberle preguntado nada. Cabezada. “Vamos a acostar, que ya estás dando camochás”. 2. Asomar el hocico, aparecer. “Si va a ser un momento, si sólo es dar la camochá”.
CAMPANO: Recipiente que contiene un líquido en mayor cantidad de la necesaria o conveniente. “¡Menudo campano de vino se aplicó a la par de la lumbre!”.
CANALEJA: Además de la aldea de Alcaraz recibe este nombre un barrio del Robledo, en concreto el que se extiende de la Plaza hacia arriba por la calle del Milagro.
CANILLAS: Piernecilla de más hueso que chicha, que abundaban antes. El término se usaba en expresiones lastimosas. “Miá que canillas tiene el pobre”.
CANTARERA: Se solía usar en plural cuando albergaba dos o más recipientes. Mueble donde se dejaban los cántaros y las cantaretas.
CANTARETA*: Como es de suponer, recipiente más pequeño que el cántaro. Y más fino de factura, dicho en todos los sentidos.
CAPACHÁ*: 1. Capachada, lo que coge en un capacho, un recipiente de pleita de bastante cabida. 2. Cantidad grande. “Le pedí dos tomates y me trajo una capachá”.
CAPISAYO: Ropa de poco gusto o que sienta mal. “Asomó con un capisayo que….¡ vaya usté con Dios le dijo!”.
CARALAMPIO*: Sujeto de poca viveza, abobao, y encima feo.
CARBURO: Se llamaba así a la lámpara de carburo. Un sistema de iluminación del siglo XX muy utilizado por quienes trabajaban en la vía, tanto en sus trabajos como en sus casas.
CARRUCA: Fiebre. Mi madre me decía: “Uhhhh….tienes las orejas muy colorás. Carruca tienes”.
CASCABILLO: Cada una de las vainas de la matas de garbanzos donde se aloja el fruto, el garbanzo. Se llama así porque si se agita cuando está bien seco, al agitar el cascabillo, suena como si fuera un cascabel.
CASCO: 1. Cada uno de los trozos en que se divide un cuerpo. Los que se nombran más a menudo son los de botella, aunque no esté rota. No obstante los mejores son los de patata cuando se envuelven en la brasa. 2. Espesor.
CASOLIDAD*: Casualidad, claro. ”Pues me acordé de casolidad”, se oye a veces.
CASUTO*: Casa destartalada o ruinosa. Las mujeres etiquetadas de gorrinas suelen ternerlo.
CATALINA: Llámase así a los excrementos humanos provenientes de cualquier culo menos del propio. A los propios se les dedican nombres menos refinados.
CATAPLINES*: Los hombres tenían cojones y las mujeres cataplines, y muchos. Había que oír a las madres: “Pues haces eso, porque me sale de mis cataplines”.
CATE: Puñetazo, o como se decía antes en un intento de quitarle fuerza a la expresión (que bastante llevaba por sí sola), “golpe de mano airada”. Lo de airada debía ser a la vez por el aire que llevaba el brazo y por la ira que lo empujaba.
CEBOLLO*: Persona deforme por su mucho peso. ”Menudo cebollo está hecha”.
CENACHO: 1. Cerdo, gorrino, marrano. Hoy en día – ¡si nuestros antiguos levantaran la cabeza!- huimos más del cerdo que él de nosotros. 2. El diccionario oficial lo define como el recipiente hondo y flexible en que se llevan los alimentos, las antiguas espuertas del pan, que se utilizaban para todo tipo de compras; el precedente de las modernas bolsas que nos regalaban en los supermercados.
CERILLAS*: Manchas que de manera harto frecuente llevaban los niños en la cara. Aunque no costaba nada ensuciarse todos recordamos con horror el momento en que las madres cuando nos veían en medio de la calle echaban mano de su pañuelo y de su saliva y restregaban con fuerza para eliminarlas, ante nuestros ladeaeros de cabeza y continuos ayes.
CHAFE*: Pequeño desperfecto en su integridad que puede sufrir un objeto o una persona. En los objetos es lo mismo que golpe, bollo o chaspión. En las personas se trata de una simple rozadura. “Esto del dedo es un chafe que me he dao con la puerta”.
CHANGAO*: Lo que ya no funciona como debiera o como antes lo hacía. Se aplica a las cosas y también a las personas. “Últimamente estoy un poco changao”.
CHASPEAR: Tambien chaspiar*. Acción y efecto de “dar de chaspión”, es decir rozando.
CHASPIÓN*: Rozamiento, efecto de lo que pasa rozando. “¡Porque me dio de chaspión, que si me pilla me mata!”.
CHENO*: Voz repetida que usa para llamar la atención de los cerdos en el momento que se les echa el amasao u otra cosa. También se usa la variante “cheno, chenico, cheno”, que recuerda viejas melodías folclóricas.
CHERPA*: Paliza, tunda, somanta de palos. “Le dio tal cherpa que lo dejó baldao”.
CHILONDRA*: Memoria, “cabeza”. “Recuérdamelo luego, que a mí se me va de la chilondra”.
CHISPEAR: Caer chispas, minúsculas gotas de agua. Cuando les comenzaba a llover a las cuadrillas en las faenas del campo alguno decía: “¡Al hato, que chispea!”.
CHISQUE: 1. Eslabón para encender la yesca con el pedernal, por tanto, antiguo sistema de encendido para el fumete.
2. En la expresión “dar en el chisque”, significa atinar, lograr hacer algo de la manera conveniente, acertar.
CHISQUEAR: Manejar, maniobrar, intentar hacer funcionar algún aparato o herramienta. “Está chisqueándole a la máquina a ver si la pone en marcha”. Con anterioridad chisquear era un sistema de encendido que consistía en golpear una pernala y un “eslabón” de acero y con la chispa resultante encender la mecha, para a continuación, encender un cigarro por ejemplo.
CHITICO*: Chito, chitón. Voz imperativa para mandar callar, o guardar silencio. “¡Y si dicen, que digan, tú chitico!” era un sabio consejo de las madres.
CHÍTOLA*: Juego que consistía en meter, con la ayuda de un palo, una pelota o algo parecido en un círculo, ante la oposición de los jugadores del equipo contrario.
CHOCEAR*: Darle el dos, echar afuera, perder de vista. “Ná, tardó en chocear al forastero aquel que la pretendió”.
CHORRA: Órgano sexual masculino.
CHORRILERA*: Hilera, fila formada por un chorro de individuos o cosas. Una chorrilera de hormigas, puede valer. En los años sesenta alucinábamos los chiquillos al contemplar la chorrilera de coches que pasaban de “la feria Cortes”, en su camino de retorno.
CHORTAL: Lagunilla formada por un manantial poco abundante que brota en el fondo de ella. Terreno o lugar embarrado.”Se derramó la cántara y se armó un chortal…”
CHOSPE*: garito, antro, casucha destartalada o ruinosa. “¡Menudo chospe tienen los quintos!”.
CHUPETE: Caramelo, golosina para los niños.
CHUSCO: Farruco, hombre envalentonado o envuelto en chulería.
CHUSQUINEAO*: También chasquineao*. Se aplica a lo que no es o no va recto, sino torcido, en diagonal,…“Aquel piazo no lo labré de alto en bajo; le di así (suele acompañarle un gesto) chusquineao”.
CIAZO*: Cedazo, especie de pequeña criba o harnero, muy tupida por lo que servía para cerner harina u otra materia de calibre muy pequeño. Era también utilizado de manera generalizada para el tueste del azafrán.
CIBANTO: Rica palabra que presenta dos significados exclusivos.
1. Linde, espacio que delimita dos bancales. Se suele decir linde cuando se habla del secano y cibanto en caso del regadío. Dado el alto aprovechamiento de las huertas -¡Quién lo ha visto y quién lo ve!- era muy estrecho.
2. Mujer, también algún varón, de no muchos años pero de no pocas carnes. Siempre se ha usado de manera despectiva. “¡Está hecha un cibanto!, ¡Está apañá!”.
CIBERA: (dar) Zurrar, azotar, dar palos. En latín, por el contrario, cibera significa trigo o algo así.
CIECA*: Acequia, pequeño canal para riego.
CIGARRO: Descanso, parada refrescante en las labores del campo. Se bebía agua o se fumaba un cigarro en los 10 o 15 minutos que duraba. En el tiempo del arranque había alguna manijera que no le gustaban los cigarros largos, porque decía que “la gente se enfriaba”.
CIMBAL*: Calificativo “cariñoso” que se dedica a las personas que por sus hechuras o comportamientos se parecen a los burros. Va unido casi indisolublemente a cacho. “Menudo cacho cimbal está hecho”.
CINA: Cada uno de los grandes montones de haces de cereal, de forma redondeada, que se depositaban en las eras para su posterior “trilla”.
CIPOTÓN*: Superlativo de cipote, persona de pocas luces.
COBARDICA: Cobarde, aunque dicho de forma cariñosa. “¡No seas cobardica y sácala a bailar, anda!”.
COBOLLO*: Cogollo, parte más interna de algunas verduras como la lechuga.
COLETO: Uno mismo, en su versión más interna, cuando habla con su otro yo. “Le conteste a fulanito que bueno, pero yo le dije a mi coleto…… ¡Este no me la da!”.
COLGAJO: Término utilizado por algunas mujeres para señalar lo que le cuelga a los hombres entre las piernas. Fiel a la mentalidad de otros tiempos la palabra rezuma poco o ningún erotismo.
COLGUERO*: Se llama así a lo que cuelga. En el hablar de los hombres se usa para denominar las tetas que van camino de emular a sus equivalentes animales, a las ubres.
COMPLETILLA*: Voltereta, aunque a veces no se completaba y se convertía en costalá. No eran santo de devoción de aquel padre que aconsejaba a los maestros de su hijo que “Más cuentas y menos completillas”. Cumpletilla, también se dice.
CONTINO: Continuo, de manera continuada. Quevedo también usaba esta palabra al referirse al oro del que decía que “de contino anda amarillo”.
CORDELERO: Persona pejiguera, molesta, cojonera, cansina…
CORREPRISA*: Prisas, priseras. “Siempre vienes con correprisas”.
CORTIJETE*: Diminutivo local de cortijo, claro.
COSTALÁ: Acción de caer, como su nombre indica, de costado o de cualquier otra manera.
CRILLA*: “Preparó una buena sartená de crillas fritas”, se oía de vez en cuando al referirse a las socorridas patatas. Aquí y en el siglo XVIII se les comenzó denominando criadillas para luego contraerse en el habla popular.
CRUJA*: Hartura, hartazgo, hinchazón de cualquier cosa, incluso de trabajo.
CUCACHO*: Término usado anteriormente para referirse a El Ballestero, casi siempre con poco cariño. Ya se sabe…..la antigua rivalidad entre los pueblos.
CUCHA*: Interjección que, especulando alegremente, puede ser un apócope de ¡Escucha (a este)! “¡Cucha, qué tío más sinvergüenza!”.
CUCHIFARRO*: Cuchillo de enormes dimensiones.
CUDIAO*: Cuidado. A más de uno se le oyó decir aquello de “Mucho cudiao ”.
CUESTANETO*: Cuesta, declive del terreno difícil de superar, no tanto por el propio desnivel –que en este pueblo no suele darse- sino más bien por el lamentable estado del camino o bancal que se trate.
CUJÓN: Voz antigua y sin embargo plenamente válida, para designar el cogujón, los picos de serones, sacos y costales, entre otros continentes.
CURCUSILLA: Parte final de la columna vertebral de los humanos, que dolía cuando uno se daba una culá, es decir, cuando se caía de culo.
CURRUSCAR*: Roer, comiendo despacito y con un ligero ruido las viandas, y más que nada el pan.
CURRUSCO*: Corrusco, mendrugo de pan.
CUSTRÍO*: Pequeña zona de la piel endurecida por el frío, el viento, el agua, la falta de higiene, o por varias de ellas a la vez.

D

DÁTIL: “Ten cuidao con el dátil”. No es una advertencia para no atragantarse con este fruto mediterráneo sino para no lastimarse un dedo de la mano.
DEDIL: Canuto de caña -de cañaveral-, que solían llevar los segadores en los dedos largos de la mano izquierda (los que no fueran zocatos, claro).
DESAPARTARSE*: Otro ejemplo de derroche en el lenguaje: apartarse, y en asuntos matrimoniales, separarse.
DESASTRAR*: Originar un desastre.
DESCAMBIAR: Etimológicamente significa volver a cambiar lo cambiado, es decir volver a la situación inicial, sin embargo es lo mismo que cambiar, pero con un nuevo derroche de letras.
DESCOCÁ: Descocada. Persona demasiado desenvuelta y ligera de cascos.
DESLABÓN*: Es un eslabón cualquiera de cualquier tipo de cadena.
DESTARTALAR/SE: Descomponer, estropear o estropearse lo que antes funcionaba.
DISFRACERO*: Persona de poco gusto en el vestir o que no “combina” adecuadamente.