Esta no es una novela rosa, pero sí que hubo una buena dosis de pasión mezclada con otros muchos ingredientes, tantos que, merecerían ser plasmados en una película.
Esta no es una novela rosa, pero sí que hubo una buena dosis de pasión mezclada con otros muchos ingredientes, tantos que, merecerían ser plasmados en una película.
Siempre las hubo y no desaparecerán jamás de estos pueblos pero no suele quedar constancia de su contenido salvo que pase a mayores como fue este caso que nos ocupa, sucedido a principios de 1610.
Aunque lo podríamos aplicar a muchas cosas, parajes y personas, en esta ocasión traigo varios ejemplares de árboles que tienen en común la triste condición de su aislamiento ya sea por ser de origen foráneo o por haber perdido a sus antiguos compañeros.